Alejandra Belén Velazco
Sociología del turismo
De siderúrgica a turística. Breve
historia ocupacional de la Ciudad de Palpalá (Jujuy-Argentina)
El trabajo en cuestión analiza el desarrollo de la ciudad
de Palpalá, en Jujuy, a partir del descubrimiento de recursos mineros, hasta la
actualidad. Entre las particularidades a destacar de este municipio, es que
llego a denominarse “Ciudad Madre de Industrias” y en el presente como “Ciudad
Turística y Deportiva”. A partir de ahí pueden formularse las preguntas de
¿cómo llegó a ser “madre de las industrias”?, ¿por qué dejó de serlo?, ¿cómo
resurgió como ciudad turística?
El ejemplo de
lo que paso en la ciudad de Palpalá, es aplicable a muchas otras ciudades
medias y pueblos que vivieron épocas de auge en nuestro país a lo largo de la
historia: desarrollo endógeno y crecimiento poblacional a partir de las
políticas de sustitución de importaciones comenzadas en la década del 30, y al
comienzo del 70, drástica caída de la población, desempleo, marginalización con
el modelo del y para el mercado, de liberación de importaciones, privatización.
En el trabajo se señala “Palpalá refleja,
en pequeño, lo que en el país ocurre en escala macro.”
Sin embargo el desarrollo de este municipio presenta
varias diferencias comparándose con otros de la misma provincia y región. Lo
primero que se menciona, es sobre la urbanización, mientras la mayoría crecen a
partir de una plaza, iglesia y centro cívico,
Palpalá creció según la organización de la empresa Altos Hornos Zapla
(ahz), la cual presentaba una organización jerárquica muy marcada, debido a
estar vinculada con Dirección General de Fabricaciones Militares (dgfm),
iniciador de la búsqueda de los yacimientos y los respectivos convenios de
explotación (1941-1942).
La ciudad fue creciendo
de manera desordenada alrededor de la fábrica ahz. Debido a su topografía
irregular, con depresiones y cauces de arroyos, durante décadas el emplazamiento
de los barrios tuvo características de relativo aislamiento, sólo conectados
por pocas vías de comunicación. El crecimiento demográfico de la ciudad fue de
tal magnitud que importantes segmentos de la población quedaban excluidos de la
posibilidad de acceder a una vivienda, aun bajo planes del Fondo Nacional de la
Vivienda (fOnavi) (Fundación Nueva Gestión, 2003). En
el caso de ahz, la mano de obra especializada provenía en general de otras
provincias y se instalaba en barrios pertenecientes a “la fábrica”, en los que
la circulación estaba permitida sólo a sus moradores, lo que limitaba la
interacción de este sector social con la población local. Tanto en Palpalá como
en los distintos núcleos urbanos (Centro Forestal, Mina “9 de Octubre” y Puesto
Viejo) se observaban diferencias arquitectónicas en las casas habitadas por
profesionales, técnicos y obreros.
En segundo lugar, la ciudad se caracteriza por ser la
ciudad de Jujuy que cuenta con yacimientos de hierro. La necesidad y el reclamo
por explorar los recursos mineros existentes, provenía, como señala en la
tercera nota a pie de página, desde 1923, formalmente realizada en La Primera
Conferencia de Gobernadores del noroeste, en medio de una crisis económica en
la región. Se proponía en ese entonces la sanción de una ley nacional del
petróleo y la instalación de altos hornos en Jujuy. Fue recién en 1941 que se realizaron los
primeros estudios de exploración, bajo el modelo de industrialización
sustitutiva de importaciones.
Altos Hornos Zapla (ahz), se inició bajo un convenio
entre la provincia de Jujuy y la Dirección General de Fabricaciones Militares
para la explotación e industrialización del yacimiento de hierro. Luego:
“Se licitó la
construcción de la planta experimental de Palpalá, obra que quedó adjudicada a
la empresa sueca Svenska Entreprenad A.B., la cual asumió el proyecto y la
supervisión de la instalación del alto horno.
Respondiendo
a la pregunta ¿cómo llegó a ser “madre de las industrias”? Fue así que comenzó
a desarrollarse el “polo de desarrollo”, con cuatro centros de producción. Y a
partir de la industria siderúrigica se emplazaron otras que dependían del
hierro.
Cabe destacar, que no sólo se trabajo en la
producción si no que: Paralelamente al
desarrollo de sus centros de producción, también se construyeron complejos
habitacionales para obreros, profesionales y técnicos, clubes completos en cada
centro con cines, campos de deportes, piletas de natación, canchas de tenis y
una de golf. Además, ahz contaba con almacenes, comedores, escuelas primarias y
secundarias, instalaciones de asistencia médica y odontológica, un casino y una
iglesia. Alrededor del complejo siderúrgico se fueron asentando fábricas cuya
manufactura dependía del acero.
Me detengo
para poner un ejemplo de una empresa que tuvo este mismo compromiso por el
bienestar de la sociedad, y que se relaciona con el trabajo ya que el sitio
sufrío un mismo periodo de decadencia y actualmente parte de la población vive
por el turismo. Es el caso de Pipinas, un pueblo de la provincia de Buenos
Aires, a unos km de La Plata. Allí se descubrieron yacimiento mineros de cemento,
y fue La fabrica Corcemar y el ferrocarril
quien propulsó al destino. La misma, también construyó una iglesia para toda la
comunidad y a sus empleados les proveía consultorios médicos, regalos
para las fiestas e incluso arreglos en casa. La empresa se
involucraba en la vida social del pueblo por medio del Club Corcemar, un centro
recreativo que brindaba a los empleados, sus familias e invitados, múltiples
canchas de futbol, una pileta de natación de 25 metros de largo y un
polideportivo techado que albergaba, además de facilidades atléticas, un cine y
una confitería, muy concurridos los dos. Aquí la empresa organizaba y
respaldaba un equipo de futbol de la liga regional, auspiciaba una “muy buena”
colonia de vacaciones. Se forjaba así una pequeña sociedad que vivía al
amparo de la fábrica y cuyos jefes de hogar habían sido escogidos casi todos
por la empresa y donde todos eran conocidos mutuos.[1]
En el caso de Pipinas se creó una especie de unión entre los pobladores,
y una identidad definida, debido a la fábrica, y las actividades que se
impulsaban a partir de esta. Pero en Palpalá no sucedió lo mismo, ya sea por su
forma organizacional, como por la topografía, que aportaba a que dependiendo
del grado de jerarquía, status quo, estén casi totalmente separados unos de
otros, como explica el texto.
“El crecimiento
demográfico de la ciudad fue de tal magnitud que importantes segmentos de la
población quedaban excluidos de la posibilidad de acceder a una vivienda, aun
bajo planes del Fondo Nacional de la Vivienda (fOnavi) (Fundación Nueva
Gestión, 2003). En el caso de ahz, la mano de obra especializada provenía en
general de otras provincias y se instalaba en barrios pertenecientes a “la
fábrica”, en los que la circulación estaba permitida sólo a sus moradores, lo
que limitaba la interacción de este sector social con la población local. Tanto
en Palpalá como en los distintos núcleos urbanos (Centro Forestal, Mina “9 de
Octubre” y Puesto Viejo) se observaban diferencias arquitectónicas en las casas
habitadas por profesionales, técnicos y obreros.
(…)
La génesis poblacional y
urbana de Palpalá, dirigida por una industria omnipresente, ha provocado que,
en la ciudad, aún hoy no exista ningún espacio que sus habitantes perciban como
territorio común (a excepción, quizá, de Río Blanco cuando está en fiesta),
siendo muy difícil todo intento de integración interbarrial. Esta percepción
del espacio, fuertemente segmentada, se traslada a nivel de organización
ciudadana. El crecimiento urbano de Palpalá estuvo condicionado, entonces, por
una mentalidad estamentaria, propia del sector militar, al cual pertenecían
quienes dirigían ahz. Esta visión dejó su impronta en la ciudad y marcó su
estructura social, que se reflejaba, hasta la década de 1990, en las prácticas
comunitarias y políticas a través de un discurso que destacaba lo negativo
frente a las iniciativas sociales (Ferruelo Magán et al., ob. cit.).”
Este tipo de organización y urbanización causo
dificultades que conllevan a la actualizadad en cuanto a la identidad de la
ciudad, y más adelante vuelve a hablar sobre este tema.
En el capítulo “El modelo neoliberal: la cruzada Privatista”,
describe el modelo, el contexto
internacional, latinoamericano y el de Argentina. Se extrae algunos textos que
describen al mismo:
La privatización de
empresas públicas dio lugar a despidos masivos de personal, a la vez que la
desregulación afectaba seriamente a las economías regionales a través de la
desaparición de entes reguladores de distintas producciones.
En tanto, la apertura
externa, al eliminar las barreras proteccionistas, produjo una fuerte
competencia de productos extranjeros, más baratos, que obligó a la
reorganización de la producción local para reducir costos.
La economía de la
provincia, que había tenido un fuerte dinamismo en las décadas de los 70 y los
80, mostró en la década de 1990 una trayectoria decreciente. A lo largo
de las tres décadas, tanto el producto bruto geográfico como el empleo por
sectores muestran un importante proceso de terciarización de la economía,
basado en el crecimiento del sector público por la contratación de personal.
Esta forma de desarrollo tiene entonces un límite muy concreto, que son los
recursos del sector público (Golovanesky, 2002). Cuando dicho sector se vio
imposibilitado de continuar con esta política, las tasas de desocupación
crecieron sin cesar y surgieron los movimientos piqueteros, con su metodología
de cortes de ruta y movilizaciones permanentes. En este sentido, Jujuy fue una
de las provincias pioneras.
Cabe destacar, que de forma
resumida pero concreta señala una diferencia en el crecimiento de los países
con un modelo y otro:
En la década de 1960,
las economías latinoamericanas en general se caracterizaban por su estatismo, y
crecían a una tasa anual del 5,7 por ciento. En la década siguiente, a pesar de
los problemas derivados de la crisis del petróleo y de la recesión en los
países industrializados, crecieron al 5,6 por ciento. En los neoconservadores
años 80, cuando las políticas ortodoxas prevalecieron casi sin contrapeso, la
tasa de crecimiento fue de tan sólo del 1,3 por ciento −tasa que se transforma
en negativa si se toma en cuenta el crecimiento de la población (Borón, 2003).
Consiguientemente en “La Privatización de altos hornos
zaPla: de los 90 al año 2000” describe el proceso en este caso en particular,
aunque la forma es similar a todas las empresas nacionales que se vieron
reducidas o quebradas ante un contexto de un mercado contraído, y/o nuevos
actores en el poder beneficiados ante la apertura de importaciones y quiebre de
empresas, entre otras cosas.
En Palpalá, el proceso
de privatización de ahz comenzó en 1991 cuando el Gobierno Nacional, a través
del Ministerio de Defensa, anunció el llamado a licitación para privatizar este
complejo minero-forestal-siderúrgico. En este año ahz se encontraba ya en
estado de mínima producción, con racionalización de gastos y reducción de la
planta de personal de 8.000 (en la década de 1970) a 2.560 personas, como parte
del programa de desestatización de las empresas públicas (ep) iniciado en los
años 80, con pase a retiro voluntario financiado por el Estado Nacional
(Benavídez, 2002).
Como en la mayoría de los casos en donde hay un traspaso
de dueños, hubo conflictos:
El Ministerio de Defensa
confirmó poseer los fondos necesarios para pagar las indemnizaciones, pero
luego estas fueron mal liquidadas y se plantearon numerosos conf lictos y
negociaciones en relación con este tema (Marcoleri, Bergesio y Golovanesky,
2004). El 10 de julio de 1992, día del traspaso formal de la propiedad de la
empresa, sólo podían ingresar al establecimiento los 882 trabajadores que la
adjudicataria seleccionaría;
estos trabajadores se
negaron a aceptar esa decisión fundamentando que no conocían las condiciones de
su contratación ni los sueldos que percibirían. En septiembre aceptaron
ingresar 709 y el resto pasó a retiro voluntario.
En el trabajo se preguntan ¿cuál fue el destino laboral de tanta gente? Al principio se
explica que la mayoría de la población que llego en busca de trabajo provenían
de Santa Fe, Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, Catamarca, y de Bolivia, por
lo que los que tuvieron la posibilidad de irse lo hicieron, pero en su mayoría
fueron los profesionales y técnicos encontrando oportunidades laborales en otro
lado. Los que pudieron, se jubilaron. El resto pasaron a depender de planes
sociales estatales, cuentapropismo, a generación de microemprendimientos. Ese
cambio de trabajadores dependientes a emprendedores, lo desarrolla en el
capítulo “Los 90: desarrollo local e
impulso a las microempresas”.
Como ya se mencionó, al mismo tiempo en que Palpala se
veía en decadencia, muchas ciudades y pueblos se convertían en “pueblos
fantasmas”, ya sea por la provocación del quiebre de miles de fábricas
nacionales, de las cuales dependían y/o por el desmantelamiento de las líneas
ferroviarias. A comparación de estas,
Palpalá, por medio del Estado municipal, buscó otras alternativas para salir adelante
rápidamente, siendo pionera en el fomento al emprendedurismo, por donde se pudo
diversificar, y evitar la migración en grandes dimensiones. Esto se dio en
parte por la gestión de fuertes aportes financieros de organismos nacionales e
internacionales y por buscar aprovechar el dinero de las indemnizaciones de
3.500 empleados despedidos.
El Ing. Daza (Indentende de Palpala en ese entonces) señala que se probaron distintas
estrategias para impulsar la generación de microempresas, organizando, por
ejemplo, el Instituto Municipal de Desarrollo con la participación de
sindicatos, la Universidad Nacional de Jujuy, las cámaras empresarias y el
municipio. Desde allí se promovieron proyectos asociativos entre ex empleados y
ex obreros de ahz que, al sumar sus indemnizaciones, podían integrar capitales
que permitieran la puesta en marcha de “proyectos de escala”, como lo fueron:
una línea de transporte colectivo de media distancia y una estación de
servicio, o “proyectos innovadores con una inversión importante de desarrollo
tecnológico”. Se implementaron programas nacionales de promoción, apoyo y
orientación laboral. En este marco de reconversión social y laboral, se
dictaron cursos de capacitación en gestión de microempresas, algunos de los
cuales estaban dirigidos específicamente a mujeres de la localidad, como
actividades del SOLAM[2].
También se implementaron
programas de créditos y de asistencia técnica para acompañar a los proyectos en
sus inicios. Con la intención explícita de “[...] oír la demanda de los
mercados, de generar productos y servicios de calidad, de generar una masa
crítica de producción para poder acceder a mercados masivos con continuidad, de
compartir equipamiento y estrategias de comercialización para bajar los costos
y acceder a nuevos nichos de mercado” (Daza, ob. cit, p. 159), se creó un polo
metalmecánico y un parque industrial y se fomentó el comercio local. En este
mismo sentido, entre 1994 y 1998 se implementó, con financiamiento externo, una
estrategia involucrando al sistema educativo formal, buscando generar propuestas
pedagógicas que tuvieran como eje promover esta actitud emprendedora en los
chicos. Cuando se terminó de implementar,
el financiamiento
externo fue desapareciendo en la escuela hasta quedar sin efecto.
Leyendo esto se puede atribuir el rol
fundamental que tiene el Estado municipal a la hora de accionar frente a las
dificultades que se presentan. A esto sumamos, entrando en contexto, la reforma
de la Constitución
de la Nación
de 1994, la cual en sus artículos 5 y 123[3] declara que el municipio
es quien debe decidir sobre sus propias políticas, asegurándole así mayor
autonomía.
Para poder realizar su gestión de
forma más beneficiosa para sus ciudadanos es fundamental que desde el municipio:
conozcan las distintas medidas de financiamiento provinciales, nacionales,
internacionales existentes y programas que den impulso al desarrollo y la necesidad
de articulación con actores de interés, como sindicatos, el área academica,
asociaciones empresarias, organizaciones civiles, (aunque en este caso en
particular estos últimos no se tomaron, puede que en ese entonces no haya
organizaciones de base).
Sin embargo, estas condiciones a la
que deberían poder acceder y realizar todos los municipios, en la realidad se
presentan varias dificultades según la bandera política y tamaño de los
municipios.
En base a “Políticas
sociales municipales y modelos de planificación en la Argentina , del Lic.
Daniel F. Arroyo” se realizó un cuadro en donde se presenta una clasificación
de los Municipios según su tamaño, organizaciones civiles presentes, y
capacidad de las instituciones públicas.[4] Con el
fin de comprender las dificultades de las mismas de poder ser verdaderamente
autónomas.
Figura 1
MUNICIPIO
|
ORGANIZACIONES
SOCIALES
|
GOBIERNO LOCAL
|
Rurales (2000hab)
|
Sin
ONGs
Grupos de familias que resuelven problemas puntuales |
Escasa
capacidad técnica
|
Chicos(10000hab)
|
Organizaciones
de Base(Sociedades de fomento, clubes)
|
Cierta
capacidad técnica.
Algunos RRHH capacitados. Poco acceso a financiamiento. Dependencias vinculadas con gobiernos provinciales. |
Grandes(100000hab)
|
Sociedad
civil organizada
ONGs y Universidades |
Mayor
capacidad de gestión
Acceso a información y RRHH |
Ciudades
Intermedias(250000)
|
Identidades
mas barriales
Sociedad mas compleja |
Mayor
capacidad técnica e información.
Trato con gobierno Nacional Mayor presupuesto |
Áreas
Metropolitanas
|
Ciudades
receptoras de población de ciudades periféricas.
Sociedad responde a demandas de otros municipios. |
Mayor
capacidad técnica e información.
Trato con gobierno Nacional Mayor presupuesto |
Fuente: Adaptación Daniel F. Arroyo
Según se describe en el trabajo que se está analizando,
en el Censo de 1991 el Departamento Palpalá tenía 43.521 habitantes, mientras
que en el del 2001 se registraban 48.199. Por lo que basándonos en el cuadro, Palpalá
es una ciudad mediana, la cual cuenta con una sociedad civil organizada (cámara
empresarial, sindicatos) y Universidad, a unos pocos kilómetros de distancia,
para poder comunicarse fácilmente, (En ese entonces no existían todavía las
facilidades de comunicación de hoy en día), y acceso a información y recursos
humanos. Esto no descarta que dicho municipio no haya tenido dificultades:
El entonces Intendente
Municipal evalúa todo este proceso sobre la base de la auto-identificación de
ciertas dificultades que debió afrontar el municipio, como el no contar con los
recursos financieros y técnicos necesarios para poder identificar los ejes
productivos más adecuados para su desarrollo (Daza, ob. cit., p. 161).
Hablando sobre las medidas tomadas
para fomentar el emprendedurismo, se encontraban con la dificultad en
particular del cambio de pensamiento y rutina de las personas, en poco tiempo.
“La gente no estaba
preparada para manejar un microemprendimiento y un curso de uno o dos meses no
era suficiente. Porque para una persona acostumbrada a recibir y dar órdenes
(también debido a que ahz dependía de Fabricaciones Militares y siempre hubo en
ella un trato de tipo militar), trabajar un turno por día, disponer del fin de
semana para el esparcimiento y tener vacaciones no es fácil cambiar estas
costumbres y adaptarse a la sobrecarga de trabajo que implica ser empresario,
ser tu propio patrón” (Entrevista personal a A. M., julio de 2006).
Por otro lado, lo que suele suceder, es que se impulsa la
creación de negocios como panadería, pizeria, comidas rápidas, quioscos, etc.
sin realizar un análisis de las necesidades del lugar, la competencia
existente, entre otras cosas, necesario para la sostenibilidad de cualquier proyecto.
Esta afirmación se ve en el trabajo en el siguiente párrafo:
Según las entrevistas,
con el dinero proveniente de las indemnizaciones Palpalá se saturó de
almacenes, panaderías y quioscos, lo que finalmente llevó a que muchos de estos
locales tuvieran que cerrarse. Aunque se implementaron algunas líneas de
financiamiento para la generación de emprendimientos, la tasa de supervivencia
de los mismos parece haber estado en torno del 20 por ciento según indicadores
de la municipalidad y en torno del 10 por ciento según las fuentes
entrevistadas. Las dos empresas más importantes que sobrevivieron fueron
una de transporte y una estación de servicios. En ambos casos, el
éxito parece estar
relacionado con el hecho de que eran de tipo cooperativo; y, aunque fueron
casos excepcionales, el que hayan sido ex empleados que se conocían de la
empresa parece haber actuado como un factor de fortalecimiento.
Otras problemáticas que se mencionan son: dificultades
para la asociación de los beneficiarios, falta de capacitación de los funcionarios
y una dosis de cortoplacismo.
De todos modos, tuvo un impacto positivo en varios casos
el cual se refleja en el análisis siguiente extraído del trabajo en cuestión:
En una aproximación
cuantitativa, usando como fuente los censos, se pueden comparar los cambios en
la categoría ocupacional de la población ocupada del departamento Palpalá entre
1991 y 2001 (Cuadro 2). Hay un desplazamiento de ocupados desde la categoría de
obrero o empleado a la de trabajador por cuenta propia: la primera categoría
pasa de registrar el 74,2 por ciento de la ocupación en 1991 a 70,1 por ciento
en 2001, mientras que los cuentapropistas crecen del 19,2 por ciento de la
población ocupada en 1991 al 23,4 por ciento en 2001.
Dentro del tipo de actividades económicas por cuenta
propia o microempresariales, predominan
los locales ligados al comercio, y dentro de eso, se destacan las ferias
cumpliendo un rol central.
Respondiendo a la tercera pregunta planteada al comienzo,
¿cómo resurgió como ciudad turística? Fue a partir de que el gobierno
municipal, promovió a la misma como tal. La primera acción que permitió esto
fue la sanción de la Ley Provincial no 4.910 que transfiere a la municipalidad de
Palpalá los derechos sobre el predio del antiguo pueblo minero, Mina “9 de
Octubre”, además se consiguió que fuera considerado reserva ecológica.
Bajo el eslogan
“Salvemos el lugar” y “Volver a nacer con otro nombre: Villa turística
Serranías de Zapla”, el proyecto de revitalización comenzó en el año 2003 y
consiste en acondicionar las instalaciones[5]
mediante una concesión por 10 años, con el propósito de reactivar el
turismo en la región.
El trabajo, también plantea la cuestión medioambiental
actual, degradada a partir de la reactivación de la industria, tanto de la
actividad de la celulosa como de la minera:
Por otra parte, el grado
de incidencia de gases y residuos tóxicos emanados de las fábricas locales
tiene mucho que ver con la dirección que cobran las masas de aire local (noreste-sudeste)
e influye en las preferencias habitacionales de los ciudadanos, lo que acarrea
procesos de despoblamiento en determinados barrios. En algunos de ellos, los
vecinos expresan que los residuos tóxicos que emanan desde algunas de las
fábricas instaladas en el parque industrial afectan a sus plantas y huertas,
cuyas hojas y tallos se vuelven quebradizos tras posarse en ellas “un polvo
blanco”, provocando pérdidas en el rendimiento hortícola. El fenómeno al que se
hace referencia es, en realidad, el conocido como lluvia ácida, que, además,
crea grandes problemas respiratorios los días en que el viento sopla en
dirección sudeste-noroeste.
Esta problemática la viven muchas ciudades industriales,
y ante esto opino, que debe ser una alternativa, por un lado un plan de
urbanización en donde no se permita la instalación de viviendas en zonas
peligrosas para la salud, siendo que por lo general se establecen de forma
precaria las personas de bajos recursos y sufren mas, y tiene como consecuencia
una mayor demanda en recursos para la salud, cuando se podría usar en
prevención. Por otro lado, debe ser una obligación de las empresas trabajar en
la limpieza del medioambiente, invirtiendo en investigación y desarrollo en tecnologías
amigables con el mismo, reforzado con la mayor inversión por parte del Estado en
ciencia y tecnología. Esto es teniendo en cuenta que sin industria no hay
desarrollo, pero con una industria contaminante el desarrollo no puede ser
sostenible. Por medio del turismo también se puede promover actitudes más
responsables por parte de los ciudadanos con el mediombiente, de lo contrarío
aporta a la degradación del mismo.
Finalizando, entre las conclusiones del trabajo, me
parece importante destacar algunas cuestiones. En primer lugar la importancia
de la presencia del Estado:
(…) cuando se privatizó
ahz y la empresa adjudicataria sólo cumplió parcialmente su contrato y gran
parte de la población quedó desempleada, fue el propio Estado (en primera
instancia, a través del municipio) el que tuvo que dar respuesta a la situación
(en este caso, mediante capacitación, crédito y/o asesoramiento a
microempresarios). O sea
que el intento de los
años 90 de reducir el Estado tergiversando sus funciones termina generando una
serie de problemas más graves que debe resolver, finalmente, el propio Estado.
Estos cambios pasaron en
el “mundo palpaleño” dejando su estela de desempleo, de violencia doméstica y
de abandono de los padres de sus obligaciones familiares, y derivando en
cuadros depresivos (con alto índices de suicidios) y de alcoholismo. Tal vez la
explicación a esto se encuentre en que el pasado, ligado a los ahz, ha dejado
profundas huellas visibles en valores, aspiraciones y expectativas
ocupacionales vinculados a un trabajo en relación de dependencia, la búsqueda
de un salario fijo, poca iniciativa emprendedora y dificultades para asumir
riesgos.
Los últimos años de
Palpalá reflejan las consecuencias de las políticas neoliberales de la década
de 1990, con sus efectos sobre el empleo y las condiciones de vida de la
población en toda la Argentina. Las respuestas ocupacionales de los palpaleños
revelan un intento de buscar soluciones hacia adentro de su municipio. Y, en
este aspecto, no puede soslayarse la existencia de la feria. La falta de oportunidades
laborales en lo deseable hace que se busquen en lo posible, que en este caso
parece ser la ocupación por cuenta propia en puestos de ferias.
En segundo lugar, el proceso histórico de Palpala en
particular impacto en las diferentes identidades y la estructura social de hoy:
Por un lado, quienes
nacieron y crecieron durante el auge de ahz se identifican como “palpaleños y
de la fábrica”, muchas veces por sobre cualquier otra categoría identitaria,
aún hoy, que “la fábrica”, tal como era, ya no existe. Entonces, localmente,
según el hecho de que las personas hayan pertenecido o no al plantel de ahz y
según el puesto de trabajo que ocuparan en la fábrica, se establecen algunas
jerarquías y el estatus de las familias será más o menos elevado de acuerdo con
los mencionados criterios (Heras Monner Sans, 2002). Por otro lado, y
entrecruzadas con estas categorías, se encuentran
otras como las
identidades forjadas por las familias que no pertenecen a este pasado histórico
signado por la imagen de empleo pleno y que han arribado recientemente a
Palpalá, o a las de las familias que −habiendo vivido esos tiempos de auge del
empleo− no trabajaban directamente para la fábrica. La coexistencia de esta
diversidad identitaria plantea situaciones tensas que se expresan en formas
discriminatorias hacia personas percibidas como de “menor valor” (Ferruelo
Magán et al., 1998).
En tercero y último lugar, se describe y resalta la
importancia que tienen las ferias, en la población:
La feria es un lugar de
encuentro, un lugar de “rebusque”, de aprovisionamiento a precios accesibles
(de ropa usada o de ropa de marca “trucha” o “gemela”). Allí se congregan
diversos sectores sociales con diferentes propósitos: ganar el sustento
cotidiano, multiplicar la acumulación (comerciantes con varios puestos en la
misma feria o puestos en varias ferias de la provincia), conseguir “gangas” o
falsas marcas de prestigio (las clases medias que acuden a la feria a comprar
ropa) y, sobre todo, estirar el menguado presupuesto en el caso de los sectores
populares. Repensar el sentido, el significado, la importancia y el valor de
las ferias urbanas de venta y/o reventa de productos industrializados y comparar
con lo que ocurre en otros lugares del país parece ser, entonces, una tarea a
seguir.
Ante esta propuesta de investigación, hay algunos
trabajos accesibles en internet, que trata sobre las ferias: “Consumo
Artesanal, ferias urbanas y prácticas de intercambio”, de Monica B. Rotman,
sobre ferias artesanales en la ciudad de Buenos Aires; “Las ferias comerciales:
también un espacio de trabajo y socialización. Aportes para su estudio”, de
Mariana Busso, que tiene como objetivo Aportar una perspectiva analítica para el estudio del trabajo
en espacios públicos, y en particular en ferias comerciales.
Las ferias resultan de
importancia para la actividad turística, por sería interesante ver la
potencialidad de la misma específicamente en el municipio de Palpalá, para
analizar si es relevante aprovecharlo para el mercado turístico que se está
buscando atraer. Se puede tomar como base para proyectos más concretos, las “Directrices
de gestión turística para ferias de Artesanías” del Ministerio de Turismo de la
Nación.
BIBLIOGRAFÍA
Velazco, Alejandra Belén. “El municipio y las cooperativas de turismo
como agente de cambio para el desarrollo turístico local”. Tesis de grado,
Universidad Nacional de Lanús (2014)
Lic. Daniel F. Arroyo”“Políticas
sociales municipales y modelos de planificación en la Argentina”,
Pipinas Viva, Cooperativa de Trabajo
Ltda. Fundación de Pipinas. http://www.pipinas.com/fundacion-de-pipinas-2/
[1]
Pipinas Viva, Cooperativa de Trabajo Ltda. Fundación de Pipinas. http://www.pipinas.com/fundacion-de-pipinas-2/
[2] el Servicio de
orientación Laboral para mujeres (solam) fue impulsado en 1995 por el Programa
de Igualdad de oportunidades para la mujer en el empleo desde el Consejo
nacional de la mujer. el municipio de Palpalá lo aplicó desde el Instituto de
Desarrollo municipal. Las fichas y demás información se perdieron en un
incendio en varias oficinas del municipio en enero de 2001.
[3] Artículo 123: Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo
dispuesto por el artículo 5 asegurando la autonomía municipal y reglando su
alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo,
económico y financiero.
[4] Velazco, Alejandra
Belén. “El municipio y las cooperativas
de turismo como agente de cambio para el desarrollo turístico local”. Tesis de
grado, Universidad Nacional de Lanús (2014)
[5]
Un hotel con
vista panorámica desde el cerro, unos blocks de 16 departamentos, un edificio
de gran
espacio, “el edificio de los solteros”
que albergaba 150 personas, otras casas, una iglesia, un edificio que fue
escuela primaria, el cine, un
supermercado, y la pileta de natación acompañada de diversas instalaciones
deportivas.