martes, 15 de septiembre de 2020

CRÍTICA FEMINITOUR : Visitas guiadas con “olor a Jazmín”

Truena el cañón

Préstame tu fusil
Que la revolución
Viene oliendo a jazmín
Tierra del sol
En el Alto Perú
El eco nombra aún
A Tupac Amaru
Tierra en armas que se hace mujer
Amazona de la libertad
Quiero formar en tu escuadrón

Recuerdo esta parte del poema escrito por Félix Luna, famoso por haber sido interpretado por nuestra amada Mercedes Sosa. En comparación con la cantidad de poemas y canciones sobre hombres luchadores (y no tanto), hay pocos poemas conocidos que hablen de mujeres que lucharon por la patria grande, por derechos civiles, políticos y sociales. De igual manera, hay cientos de visitas guiadas contando historias de hombres, y las mujeres toman un papel más bien romántico. En contraposición, Femitour es una de las pocas iniciativas que realizan visitas guiadas contando la historia de mujeres que cumplieron un papel protagónico en la independencia de nuestro continente.

Lucía Rivero, Leticia Garziglia y Noelia Depaoli son periodistas y como tales, se hicieron preguntas: ¿Cómo estamos representadas las mujeres en el espacio público? ¿Y las personas trans? ¿ las mujeres estámos subrepresentadas? ¿Cómo nos representa nuestra ciudad? ¿Y a nuestras luchas? Son interrogantes que muchas personas nos hicimos, y otras todavía no… en la turbulencia del día a día puede ser difícil, y hasta perturbador contestarlas. Ellas las contestaron y como modo de compartir las respuestas, hace tan sólo un año se animaron a crear Femitours, para “dar a conocer el lado feminista de la Ciudad de Buenos Aires”. Una opción más que interesante para disfrutar nuestro tiempo libre y a su vez responder varias preguntas de manera dinámica a través de historias de mujeres como protagonistas.

Hoy en día, en contexto pandémico, adaptaron sus paseos a modo virtual. El precio es super accesible, y atendiendo a las emergencias de poblaciones más vulnerables, el 30% de lo recaudado es destinado a “La Nuestra Fútbol Feminista”, grupo de fútbol de mujeres en la Villa 31 en CABA. Cada paseo virtual es con cupos limitados, eso hace que no sean tantas las personas que realizan la visita, pero con una importante ventaja al generar un mayor acercamiento entre cada participante, compartiendo historias, intercambio de experiencias, traspasando las fronteras, nacionales e internacionales, eso que genera el turismo activo, y hoy en día la virtualidad.   


Ante las circunstancias, la conexión de internet es algo fundamental, (hace años, pero hoy se pone de manifiesto su servicio esencial) y la imperfecta conectividad con la que se cuenta genera trabas en el recorrido; ese problema externo se permite pasar por alto, ya que la sororidad que se genera en el paseo virtual traspasa no sólo fronteras, si no todo tipo de interrupciones de cables, fibra óptica, o ladridos perdidos (¡O yo extraño mucho no salir a las calles con mis compañeras!). Por otro parte, no puedo dejar de pasar por alto un pequeño detalle en la página BA.tours  (Tienda Oficial de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires) se promueve este tour bajo el título “Conviértete en feminista por un día – FemiTour”; un título que me hace sentir que el jazmín se marchita una vez que termina el paseo guiado. De todas formas, por la experiencia del paseo virtual que tuve, esto no sucede, y creo que es una acción que permite que germinen y crezcan muchos otros jazmines, haciéndose más fuerte la red feminista cuando se pueda volver a caminar por las calles.

Por último, a principios de año se creó una Red de Tours Feministas red de colectivos que realizan paseos o tours para dar a conocer la historia de las mujeres y el movimiento feminista en distintas ciudades del mundo.Femitour es uno de los 20 grupos que conforman esta red. Se puede acceder al mapa de la red desde la página Paseo por la Ciudad . Hay muchos paseos virtuales por recorrer, y en línea con el objetivo de difundir y fortalecer emprendimientos con perspectiva de género, estas son propuestas que recomiendo no se las pierdan.

Contacto:




 Lic. Alejandra Belen Velazco                                               

@AlgomasqueTurismo



viernes, 4 de septiembre de 2020

Reflexiones Finales: Repensando el Turismo Familiar

 

Se llegó a la cima del Volcán Villarrica, y se llegó al final del tema “Repensando el Turismo Familiar”. 

Lo planteado hasta aquí son sólo disparadores de ideas sobre temas poco instalados, teniendo en cuenta que  si queremos hacer cosas nuevas debemos salir cada tanto de la caja, y basándose en conceptos generales de turismo familiar se pueden perder oportunidades. Hay muchas aristas que requieren ser analizadas en profundidad, por ejemplo, introducirse en la personalización de públicos específicos, como familias exploradoras o mamas autónomas para tener mayores herramientas que permitan trabajar en la creación de productos y servicios que te diferencien de los otros.

Recordemos que trabajar en un establecimiento que brinda alojamiento y/o alimentación ya no es más cama o platos y cuando gran parte de la cadena trabaja en brindar experiencias diversas, el destino o circuito turístico gana atractividad. Lo lindo y desafiante del turismo familiar es que se compone de varias generaciones. (turismo accesible acá también es esencial) Implica traer al presente historias de trabajo, lucha y amor del pasado (conectando con los abuelas y abuelas), y aprender del mismo para un futuro mejor, y nos podemos animar a dar herramientas para que las infancias sean más libres de lo que fuimos y somos. A esto viene los otros puntos que se trabajaron en los diversos posteos/artículos: el tener en cuenta cuestiones relacionadas a la sociedad que queremos para las generaciones futuras, comprendiendo al turismo como una herramienta de transformación social.  Por ejemplo, desde actividades que aportan a erradicar el odio hacia la diversidad de géneros y etnias, difundir historias de las mujeres que lucharon en nuestra historia, generar una mayor comprensión hacia la naturaleza y el patrimonio cultural para quererlo y cuidarlo como se merece y debe.

El cambio del turista pasivo al activo, lo tenemos que aprovechar, darle lo que quiere, y lo que aún no sabe que quiere, porque lo mejor que se le puede ofrecer es algo que supere las expectativas, y para eso necesitamos ser super creativos. Por otra parte están emergiendo nuevos modelos empresariales, enfocados en el impacto social, en proyectos colectivos y más horizontales. Es necesario el fortalecimiento y difusión de aquellos proyectos que promueven verdaderamente un desarrollo justo dentro de la actividad turística, en pos de la equidad, la inclusión en el disfrute del tiempo de ocio, sin desatender los recursos naturales finitos, sin desatender nuestra Pachamama.

Asique, si conoces, o sos parte, hablemos! La sociedad no es tan fea como nos quieren hacer creer. (o eso pienso cuando estoy optimista jaja)

¿Qué temas te interesaron más hasta ahora?

- Directrices de TF
- TF y Turismo LGTTBIQ
- Familias Exploradoras
- Turismo Naturaleza
- Economia Feminista
- Mamás autónomas y el derecho al turismo


Lic. Alejandra Belen Velazco                                               
Facebook e Instagram: @AlgomasqueTurismo

jueves, 3 de septiembre de 2020

Repensando el turismo familiar: Incorporación de la Perspectiva de Géneros

 

ECONOMIA FEMINISTA: Para pensar un turismo familiar con perspectiva de género


Pensando en las formas en las que desde el turismo se puede aportar a disminuir la desigualdad por cuestiones de género, me pareció bueno hacer un super resumen con definiciones básicas sobre la economía feminista, la cual analiza las causas, muestra otras perspectivas y soluciones a seguir. (Recomiendo si aun no conocen a EconomiaFemini(s)ta, donde me basé para hacer gran parte del contenido)






Los estudios de turismo que toman la perspectiva de género analizan la
brecha salarial entre hombres y mujeres, y mostrando que en los espacios de toma de deciiones predominan unos sobre otras ¡qué raro!.(Segregación vertical) Aquí presentamos algunas definiciones que ponen nombre a las razones de este hecho para que no nos sean extraños, para visibilizarlos, leerlos, gritarlos, aspirarlos, comerlos, para romper mitos que oprimen desarrollos personales y colectivos: Techos de Cristal y Pisos pegajosos.


La CEPAL define dos tipos de trabajo:

Al trabajo productivo como las actividades humanas que producen bienes o servicios , que tienen un valor de cambio y que generan ingresos.

Al trabajo reproductivo como el conjunto de tareas necesarias para garantizar el cuidado, bienestar y supervivencia de las personas.

A las mujeres nos tuvieron durante demasiados años sólo dentro del trabajo reproductivo, poniendo todo tipo de obstáculos a quienes no querían seguir con las costumbres, y cuando algunas entraron al productivo, no se dejó o disminuyó el reproductivo, generándose hacia las mujeres una doble jornada laboral, una no paga. A esto se suma que cuanto menos ingresos, menos tiempo libre todavia, como menciona Valeria Esquivel, (economista feminista reconocida internacionalmente) nos encontramos ante una pobreza de tiempo:

“La jornada laboral (…) es eterna. Los hogares están cambiando pobreza de ingresos por pobreza de tiempo. Salen a trabajar para ganar más dinero pero pierden en términos de calidad de vida. ¿Cuántas cosas más podrías hacer con una o dos horas extra por día? Para algunas mujeres sería una revolución en su vida cotidiana, les permitiría estudiar, ir al médico o simplemente disfrutar de un paseo”. Valeria Esquivel

El tiempo destinado ya sea a mayores horas de trabajo como a tareas domésticas o de cuidado, que por costumbre siguen recayendo en las mujeres, y en particular a las madres, genera esa pobreza de tiempo junto con un imaginario donde no está bien permitirse tiempo libre de la maternidad. Hace poco, y en este contexto cuarentenoso, unas compañeras daban a pensar : Crear - Cuidar ¿Le dedicamos el mismo tiempo?

Darse tiempo libre para una misma, es vital para una buena calidad de vida y el desarrollo de intereses personales, y cuando no sucede ni siquiera una vez por año, una escapadita de fin de semana, nos encontramos con una falta del derecho al turismo. Sí, porque el turismo es un derecho, no es un bien de lujo como unos cuantos libros de economía pretenden decirnos, porque al final, esta también vinculado a la salud, al bienestar.  

¿Qué puede hacer el turismo para transformar esta realidad?

Mamás autónomas y derecho al turismo

El movimiento feminista se vio fortalecido estos últimos años y se pone sobre la mesa no un plato de comida, si no la discusión de la doble jornada laboral, la carga mental que suelen tener las mujeres sobre tareas domésticas y de cuidado y la necesidad de la distribución de estas tareas, entre otras cuestiones. Se invita a cuestionar esta supuesta “naturaleza humana del cuidado” que tienen las mujeres, mirándonos, encontrándonos, deconstruyéndonos entre todos y todas, ya que nos educamos dentro de este sistema.

¿Y qué tendrá que ver el movimiento feminista y las tareas domésticas y de cuidado con el turismo familiar? Repensando el turismo familiar, nos preguntamos sobre los viajes de familias conformadas por mamás autónomas; nos preguntamos si existen actividades / servicios para tener periodos de descanso de la demanda rutinaria de atender a las infancias; nos preguntamos si desde el turismo familiar se piensan prácticas donde la mujer pueda disponer el tiempo de crear y de accionar en pos y pro de ellas mismas, y tener la seguridad que sus hijos/as están en un espacio de recreación seguro para su tranquilidad. 

Por ahí me dirán que sí existen, ¿pero a qué precio? Podemos encontrar servicios en donde los padres realizan actividades por separado de los hijes en importantes complejos turísticos, no así para la clase media y ni que hablar de clases vulneradas.  Y claro, los servicios de los que hablamos implican pagar a personal calificado y una organización “extra”, pero por ello es de relevancia plantearlo desde el derecho al turismo.

Desde el Estado, contamos con los programas de turismo social que por escrito tienen el fin de que todas las personas puedan acceder al turismo, pero nos encontramos ante un turismo pasivo. Es necesario desarrollar también dentro de estos programas experiencias vivenciales para toda la familia, pero también la disposición de un servicio de niñera/o para facilitar espacios de creación y desarrollo personal para madres autónomas.

Es hora de activar para que el turismo sea tanto una opción para el descanso como para ofrecer experiencias que provoquen una ciudadanía más responsable, con el medioambiente, con el conocimiento de la historia, con la diversidad, etc.  Con respecto a diversas propuestas de turismo social Erika Shenkel desarrolla varios de ellos en Albasud.

No solo el Estado es responsable a través del establecimiento de  políticas turísticas más claras y facilitar herramientas, cada uno de los actores relacionados al turismo deben trabajar más en la perspectiva de género para incluirlo, como parte del modelo de desarrollo sustentable que tanto se habla en estos momentos. 

Comparto la siguiente nota que cuenta la vivencia de una madre viajera que me pareció relevante, aunque no suceda lo mismo en Argentina. https://elpais.com/diario/2009/07/05/eps/1246775219_850215.html

Trabajar en ello implica los siguientes beneficios:



¿Conoces empresas turísticas que contemplen la perspectiva de género en la creación de sus servicios? Compartí experiencias para dar difusión a emprendimientos 


Lic. Alejandra Belen Velazco                                                Facebook e Instagram: @AlgomasqueTurismo