martes, 22 de noviembre de 2016

Caso Ciudad de Palpalá



Alejandra Belén Velazco
Sociología del turismo

De siderúrgica a turística. Breve historia ocupacional de la Ciudad de Palpalá (Jujuy-Argentina)



El trabajo en cuestión analiza el desarrollo de la ciudad de Palpalá, en Jujuy, a partir del descubrimiento de recursos mineros, hasta la actualidad. Entre las particularidades a destacar de este municipio, es que llego a denominarse “Ciudad Madre de Industrias” y en el presente como “Ciudad Turística y Deportiva”. A partir de ahí pueden formularse las preguntas de ¿cómo llegó a ser “madre de las industrias”?, ¿por qué dejó de serlo?, ¿cómo resurgió como ciudad turística?

El ejemplo de lo que paso en la ciudad de Palpalá, es aplicable a muchas otras ciudades medias y pueblos que vivieron épocas de auge en nuestro país a lo largo de la historia: desarrollo endógeno y crecimiento poblacional a partir de las políticas de sustitución de importaciones comenzadas en la década del 30, y al comienzo del 70, drástica caída de la población, desempleo, marginalización con el modelo del y para el mercado, de liberación de importaciones, privatización. En el trabajo se señala “Palpalá refleja, en pequeño, lo que en el país ocurre en escala macro.”
Sin embargo el desarrollo de este municipio presenta varias diferencias comparándose con otros de la misma provincia y región. Lo primero que se menciona, es sobre la urbanización, mientras la mayoría crecen a partir de una plaza, iglesia y centro cívico,  Palpalá creció según la organización de la empresa Altos Hornos Zapla (ahz), la cual presentaba una organización jerárquica muy marcada, debido a estar vinculada con Dirección General de Fabricaciones Militares (dgfm), iniciador de la búsqueda de los yacimientos y los respectivos convenios de explotación (1941-1942).

La ciudad fue creciendo de manera desordenada alrededor de la fábrica ahz. Debido a su topografía irregular, con depresiones y cauces de arroyos, durante décadas el emplazamiento de los barrios tuvo características de relativo aislamiento, sólo conectados por pocas vías de comunicación. El crecimiento demográfico de la ciudad fue de tal magnitud que importantes segmentos de la población quedaban excluidos de la posibilidad de acceder a una vivienda, aun bajo planes del Fondo Nacional de la Vivienda (fOnavi) (Fundación Nueva Gestión, 2003). En el caso de ahz, la mano de obra especializada provenía en general de otras provincias y se instalaba en barrios pertenecientes a “la fábrica”, en los que la circulación estaba permitida sólo a sus moradores, lo que limitaba la interacción de este sector social con la población local. Tanto en Palpalá como en los distintos núcleos urbanos (Centro Forestal, Mina “9 de Octubre” y Puesto Viejo) se observaban diferencias arquitectónicas en las casas habitadas por profesionales, técnicos y obreros.

En segundo lugar, la ciudad se caracteriza por ser la ciudad de Jujuy que cuenta con yacimientos de hierro. La necesidad y el reclamo por explorar los recursos mineros existentes, provenía, como señala en la tercera nota a pie de página, desde 1923, formalmente realizada en La Primera Conferencia de Gobernadores del noroeste, en medio de una crisis económica en la región. Se proponía en ese entonces la sanción de una ley nacional del petróleo y la instalación de altos hornos en Jujuy.  Fue recién en 1941 que se realizaron los primeros estudios de exploración, bajo el modelo de industrialización sustitutiva de importaciones.
Altos Hornos Zapla (ahz), se inició bajo un convenio entre la provincia de Jujuy y la Dirección General de Fabricaciones Militares para la explotación e industrialización del yacimiento de hierro. Luego:

“Se licitó la construcción de la planta experimental de Palpalá, obra que quedó adjudicada a la empresa sueca Svenska Entreprenad A.B., la cual asumió el proyecto y la supervisión de la instalación del alto horno.
Respondiendo a la pregunta ¿cómo llegó a ser “madre de las industrias”? Fue así que comenzó a desarrollarse el “polo de desarrollo”, con cuatro centros de producción. Y a partir de la industria siderúrigica se emplazaron otras que dependían del hierro.
 Cabe destacar, que no sólo se trabajo en la producción si no que: Paralelamente al desarrollo de sus centros de producción, también se construyeron complejos habitacionales para obreros, profesionales y técnicos, clubes completos en cada centro con cines, campos de deportes, piletas de natación, canchas de tenis y una de golf. Además, ahz contaba con almacenes, comedores, escuelas primarias y secundarias, instalaciones de asistencia médica y odontológica, un casino y una iglesia. Alrededor del complejo siderúrgico se fueron asentando fábricas cuya manufactura dependía del acero.
Me detengo para poner un ejemplo de una empresa que tuvo este mismo compromiso por el bienestar de la sociedad, y que se relaciona con el trabajo ya que el sitio sufrío un mismo periodo de decadencia y actualmente parte de la población vive por el turismo. Es el caso de Pipinas, un pueblo de la provincia de Buenos Aires, a unos km de La Plata. Allí se descubrieron yacimiento mineros de cemento, y fue La fabrica Corcemar y el ferrocarril quien propulsó al destino. La misma, también construyó una iglesia para toda la comunidad y a sus empleados les proveía consultorios médicos, regalos para  las fiestas e incluso arreglos en casa. La  empresa se involucraba en la vida social del pueblo por medio del Club Corcemar, un centro recreativo que brindaba a los empleados, sus familias e invitados, múltiples canchas de futbol, una pileta de natación de 25 metros de largo y un polideportivo techado que albergaba, además de facilidades atléticas, un cine y una confitería, muy concurridos los dos. Aquí la empresa organizaba y respaldaba un equipo de futbol de la liga regional, auspiciaba una “muy buena” colonia de vacaciones. Se forjaba así una pequeña sociedad  que vivía al amparo de la fábrica y cuyos jefes de hogar habían sido escogidos casi todos por la empresa y donde todos eran conocidos mutuos.[1]
En el caso de Pipinas se creó una especie de unión entre los pobladores, y una identidad definida, debido a la fábrica, y las actividades que se impulsaban a partir de esta. Pero en Palpalá no sucedió lo mismo, ya sea por su forma organizacional, como por la topografía, que aportaba a que dependiendo del grado de jerarquía, status quo, estén casi totalmente separados unos de otros, como explica el texto.
“El crecimiento demográfico de la ciudad fue de tal magnitud que importantes segmentos de la población quedaban excluidos de la posibilidad de acceder a una vivienda, aun bajo planes del Fondo Nacional de la Vivienda (fOnavi) (Fundación Nueva Gestión, 2003). En el caso de ahz, la mano de obra especializada provenía en general de otras provincias y se instalaba en barrios pertenecientes a “la fábrica”, en los que la circulación estaba permitida sólo a sus moradores, lo que limitaba la interacción de este sector social con la población local. Tanto en Palpalá como en los distintos núcleos urbanos (Centro Forestal, Mina “9 de Octubre” y Puesto Viejo) se observaban diferencias arquitectónicas en las casas habitadas por profesionales, técnicos y obreros.
(…)
La génesis poblacional y urbana de Palpalá, dirigida por una industria omnipresente, ha provocado que, en la ciudad, aún hoy no exista ningún espacio que sus habitantes perciban como territorio común (a excepción, quizá, de Río Blanco cuando está en fiesta), siendo muy difícil todo intento de integración interbarrial. Esta percepción del espacio, fuertemente segmentada, se traslada a nivel de organización ciudadana. El crecimiento urbano de Palpalá estuvo condicionado, entonces, por una mentalidad estamentaria, propia del sector militar, al cual pertenecían quienes dirigían ahz. Esta visión dejó su impronta en la ciudad y marcó su estructura social, que se reflejaba, hasta la década de 1990, en las prácticas comunitarias y políticas a través de un discurso que destacaba lo negativo frente a las iniciativas sociales (Ferruelo Magán et al., ob. cit.).”
Este tipo de organización y urbanización causo dificultades que conllevan a la actualizadad en cuanto a la identidad de la ciudad, y más adelante vuelve a hablar sobre este tema.

En el capítulo “El modelo neoliberal: la cruzada Privatista”, describe el modelo, el contexto internacional, latinoamericano y el de Argentina. Se extrae algunos textos que describen al mismo:
La privatización de empresas públicas dio lugar a despidos masivos de personal, a la vez que la desregulación afectaba seriamente a las economías regionales a través de la desaparición de entes reguladores de distintas producciones.
En tanto, la apertura externa, al eliminar las barreras proteccionistas, produjo una fuerte competencia de productos extranjeros, más baratos, que obligó a la reorganización de la producción local para reducir costos.

La economía de la provincia, que había tenido un fuerte dinamismo en las décadas de los 70 y los 80, mostró en la década de 1990 una trayectoria decreciente. A lo largo de las tres décadas, tanto el producto bruto geográfico como el empleo por sectores muestran un importante proceso de terciarización de la economía, basado en el crecimiento del sector público por la contratación de personal. Esta forma de desarrollo tiene entonces un límite muy concreto, que son los recursos del sector público (Golovanesky, 2002). Cuando dicho sector se vio imposibilitado de continuar con esta política, las tasas de desocupación crecieron sin cesar y surgieron los movimientos piqueteros, con su metodología de cortes de ruta y movilizaciones permanentes. En este sentido, Jujuy fue una de las provincias pioneras.

Cabe destacar, que de forma resumida pero concreta señala una diferencia en el crecimiento de los países con un modelo y otro:

En la década de 1960, las economías latinoamericanas en general se caracterizaban por su estatismo, y crecían a una tasa anual del 5,7 por ciento. En la década siguiente, a pesar de los problemas derivados de la crisis del petróleo y de la recesión en los países industrializados, crecieron al 5,6 por ciento. En los neoconservadores años 80, cuando las políticas ortodoxas prevalecieron casi sin contrapeso, la tasa de crecimiento fue de tan sólo del 1,3 por ciento −tasa que se transforma en negativa si se toma en cuenta el crecimiento de la población (Borón, 2003).

Consiguientemente en “La Privatización de altos hornos zaPla: de los 90 al año 2000” describe el proceso en este caso en particular, aunque la forma es similar a todas las empresas nacionales que se vieron reducidas o quebradas ante un contexto de un mercado contraído, y/o nuevos actores en el poder beneficiados ante la apertura de importaciones y quiebre de empresas, entre otras cosas.
En Palpalá, el proceso de privatización de ahz comenzó en 1991 cuando el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Defensa, anunció el llamado a licitación para privatizar este complejo minero-forestal-siderúrgico. En este año ahz se encontraba ya en estado de mínima producción, con racionalización de gastos y reducción de la planta de personal de 8.000 (en la década de 1970) a 2.560 personas, como parte del programa de desestatización de las empresas públicas (ep) iniciado en los años 80, con pase a retiro voluntario financiado por el Estado Nacional (Benavídez, 2002).

Como en la mayoría de los casos en donde hay un traspaso de dueños, hubo conflictos:

El Ministerio de Defensa confirmó poseer los fondos necesarios para pagar las indemnizaciones, pero luego estas fueron mal liquidadas y se plantearon numerosos conf lictos y negociaciones en relación con este tema (Marcoleri, Bergesio y Golovanesky, 2004). El 10 de julio de 1992, día del traspaso formal de la propiedad de la empresa, sólo podían ingresar al establecimiento los 882 trabajadores que la adjudicataria seleccionaría;
estos trabajadores se negaron a aceptar esa decisión fundamentando que no conocían las condiciones de su contratación ni los sueldos que percibirían. En septiembre aceptaron ingresar 709 y el resto pasó a retiro voluntario.

En el trabajo se preguntan ¿cuál fue el destino laboral de tanta gente? Al principio se explica que la mayoría de la población que llego en busca de trabajo provenían de Santa Fe, Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, Catamarca, y de Bolivia, por lo que los que tuvieron la posibilidad de irse lo hicieron, pero en su mayoría fueron los profesionales y técnicos encontrando oportunidades laborales en otro lado. Los que pudieron, se jubilaron. El resto pasaron a depender de planes sociales estatales, cuentapropismo, a generación de microemprendimientos. Ese cambio de trabajadores dependientes a emprendedores, lo desarrolla en el capítulo “Los 90: desarrollo local e impulso a las microempresas”.

Como ya se mencionó, al mismo tiempo en que Palpala se veía en decadencia, muchas ciudades y pueblos se convertían en “pueblos fantasmas”, ya sea por la provocación del quiebre de miles de fábricas nacionales, de las cuales dependían y/o por el desmantelamiento de las líneas ferroviarias.  A comparación de estas, Palpalá, por medio del Estado municipal, buscó otras alternativas para salir adelante rápidamente, siendo pionera en el fomento al emprendedurismo, por donde se pudo diversificar, y evitar la migración en grandes dimensiones. Esto se dio en parte por la gestión de fuertes aportes financieros de organismos nacionales e internacionales y por buscar aprovechar el dinero de las indemnizaciones de 3.500 empleados despedidos.

El Ing. Daza (Indentende de Palpala en ese entonces) señala que se probaron distintas estrategias para impulsar la generación de microempresas, organizando, por ejemplo, el Instituto Municipal de Desarrollo con la participación de sindicatos, la Universidad Nacional de Jujuy, las cámaras empresarias y el municipio. Desde allí se promovieron proyectos asociativos entre ex empleados y ex obreros de ahz que, al sumar sus indemnizaciones, podían integrar capitales que permitieran la puesta en marcha de “proyectos de escala”, como lo fueron: una línea de transporte colectivo de media distancia y una estación de servicio, o “proyectos innovadores con una inversión importante de desarrollo tecnológico”. Se implementaron programas nacionales de promoción, apoyo y orientación laboral. En este marco de reconversión social y laboral, se dictaron cursos de capacitación en gestión de microempresas, algunos de los cuales estaban dirigidos específicamente a mujeres de la localidad, como actividades del SOLAM[2].
También se implementaron programas de créditos y de asistencia técnica para acompañar a los proyectos en sus inicios. Con la intención explícita de “[...] oír la demanda de los mercados, de generar productos y servicios de calidad, de generar una masa crítica de producción para poder acceder a mercados masivos con continuidad, de compartir equipamiento y estrategias de comercialización para bajar los costos y acceder a nuevos nichos de mercado” (Daza, ob. cit, p. 159), se creó un polo metalmecánico y un parque industrial y se fomentó el comercio local. En este mismo sentido, entre 1994 y 1998 se implementó, con financiamiento externo, una estrategia involucrando al sistema educativo formal, buscando generar propuestas pedagógicas que tuvieran como eje promover esta actitud emprendedora en los chicos. Cuando se terminó de implementar,
el financiamiento externo fue desapareciendo en la escuela hasta quedar sin efecto.

Leyendo esto se puede atribuir el rol fundamental que tiene el Estado municipal a la hora de accionar frente a las dificultades que se presentan. A esto sumamos, entrando en contexto, la reforma de la Constitución de la Nación de 1994, la cual en sus artículos 5 y 123[3] declara que el municipio es quien debe decidir sobre sus propias políticas, asegurándole así mayor autonomía.  
Para poder realizar su gestión de forma más beneficiosa para sus ciudadanos es fundamental que desde el municipio: conozcan las distintas medidas de financiamiento provinciales, nacionales, internacionales existentes y programas que den impulso al desarrollo y la necesidad de articulación con actores de interés, como sindicatos, el área academica, asociaciones empresarias, organizaciones civiles, (aunque en este caso en particular estos últimos no se tomaron, puede que en ese entonces no haya organizaciones de base).
Sin embargo, estas condiciones a la que deberían poder acceder y realizar todos los municipios, en la realidad se presentan varias dificultades según la bandera política y tamaño de los municipios.
En base a “Políticas sociales municipales y modelos de planificación en la Argentina, del Lic. Daniel F. Arroyo” se realizó un cuadro en donde se presenta una clasificación de los Municipios según su tamaño, organizaciones civiles presentes, y capacidad de las instituciones públicas.[4] Con el fin de comprender las dificultades de las mismas de poder ser verdaderamente autónomas.


Figura 1
MUNICIPIO
ORGANIZACIONES SOCIALES
GOBIERNO LOCAL
Rurales (2000hab)
Sin ONGs
Grupos de familias que resuelven problemas puntuales
Escasa capacidad técnica
Chicos(10000hab)
Organizaciones de Base(Sociedades de fomento, clubes)
Cierta capacidad técnica.
Algunos RRHH capacitados.
Poco acceso a financiamiento.
Dependencias vinculadas con gobiernos provinciales.
Grandes(100000hab)
Sociedad civil organizada
ONGs y Universidades
Mayor capacidad de gestión
Acceso a información y RRHH
Ciudades Intermedias(250000)
Identidades mas barriales
Sociedad mas compleja
Mayor capacidad técnica e información.
Trato con gobierno Nacional
Mayor presupuesto
Áreas Metropolitanas
Ciudades receptoras de población de ciudades periféricas.
Sociedad responde a demandas de otros municipios.
Mayor capacidad técnica e información.
Trato con gobierno Nacional
Mayor presupuesto
Fuente: Adaptación Daniel F. Arroyo


Según se describe en el trabajo que se está analizando, en el Censo de 1991 el Departamento Palpalá tenía 43.521 habitantes, mientras que en el del 2001 se registraban 48.199. Por lo que basándonos en el cuadro, Palpalá es una ciudad mediana, la cual cuenta con una sociedad civil organizada (cámara empresarial, sindicatos) y Universidad, a unos pocos kilómetros de distancia, para poder comunicarse fácilmente, (En ese entonces no existían todavía las facilidades de comunicación de hoy en día), y acceso a información y recursos humanos. Esto no descarta que dicho municipio no haya tenido dificultades:
El entonces Intendente Municipal evalúa todo este proceso sobre la base de la auto-identificación de ciertas dificultades que debió afrontar el municipio, como el no contar con los recursos financieros y técnicos necesarios para poder identificar los ejes productivos más adecuados para su desarrollo (Daza, ob. cit., p. 161).

Hablando sobre las medidas tomadas para fomentar el emprendedurismo, se encontraban con la dificultad en particular del cambio de pensamiento y rutina de las personas, en poco tiempo.
“La gente no estaba preparada para manejar un microemprendimiento y un curso de uno o dos meses no era suficiente. Porque para una persona acostumbrada a recibir y dar órdenes (también debido a que ahz dependía de Fabricaciones Militares y siempre hubo en ella un trato de tipo militar), trabajar un turno por día, disponer del fin de semana para el esparcimiento y tener vacaciones no es fácil cambiar estas costumbres y adaptarse a la sobrecarga de trabajo que implica ser empresario, ser tu propio patrón” (Entrevista personal a A. M., julio de 2006).

Por otro lado, lo que suele suceder, es que se impulsa la creación de negocios como panadería, pizeria, comidas rápidas, quioscos, etc. sin realizar un análisis de las necesidades del lugar, la competencia existente, entre otras cosas, necesario para la sostenibilidad de cualquier proyecto. Esta afirmación se ve en el trabajo en el siguiente párrafo:

Según las entrevistas, con el dinero proveniente de las indemnizaciones Palpalá se saturó de almacenes, panaderías y quioscos, lo que finalmente llevó a que muchos de estos locales tuvieran que cerrarse. Aunque se implementaron algunas líneas de financiamiento para la generación de emprendimientos, la tasa de supervivencia de los mismos parece haber estado en torno del 20 por ciento según indicadores de la municipalidad y en torno del 10 por ciento según las fuentes entrevistadas. Las dos empresas más importantes que sobrevivieron fueron una de transporte y una estación de servicios. En ambos casos, el
éxito parece estar relacionado con el hecho de que eran de tipo cooperativo; y, aunque fueron casos excepcionales, el que hayan sido ex empleados que se conocían de la empresa parece haber actuado como un factor de fortalecimiento.

Otras problemáticas que se mencionan son: dificultades para la asociación de los beneficiarios, falta de capacitación de los funcionarios y una dosis de cortoplacismo.
De todos modos, tuvo un impacto positivo en varios casos el cual se refleja en el análisis siguiente extraído del trabajo en cuestión:

En una aproximación cuantitativa, usando como fuente los censos, se pueden comparar los cambios en la categoría ocupacional de la población ocupada del departamento Palpalá entre 1991 y 2001 (Cuadro 2). Hay un desplazamiento de ocupados desde la categoría de obrero o empleado a la de trabajador por cuenta propia: la primera categoría pasa de registrar el 74,2 por ciento de la ocupación en 1991 a 70,1 por ciento en 2001, mientras que los cuentapropistas crecen del 19,2 por ciento de la población ocupada en 1991 al 23,4 por ciento en 2001.

Dentro del tipo de actividades económicas por cuenta propia o microempresariales, predominan  los locales ligados al comercio, y dentro de eso, se destacan las ferias cumpliendo un rol central.

Respondiendo a la tercera pregunta planteada al comienzo, ¿cómo resurgió como ciudad turística? Fue a partir de que el gobierno municipal, promovió a la misma como tal. La primera acción que permitió esto fue la sanción de la Ley Provincial no 4.910 que transfiere a la municipalidad de Palpalá los derechos sobre el predio del antiguo pueblo minero, Mina “9 de Octubre”, además se consiguió que fuera considerado reserva ecológica.
Bajo el eslogan “Salvemos el lugar” y “Volver a nacer con otro nombre: Villa turística Serranías de Zapla”, el proyecto de revitalización comenzó en el año 2003 y consiste en acondicionar las instalaciones[5] mediante una concesión por 10 años, con el propósito de reactivar el turismo en la región.

El trabajo, también plantea la cuestión medioambiental actual, degradada a partir de la reactivación de la industria, tanto de la actividad de la celulosa como de la minera:
Por otra parte, el grado de incidencia de gases y residuos tóxicos emanados de las fábricas locales tiene mucho que ver con la dirección que cobran las masas de aire local (noreste-sudeste) e influye en las preferencias habitacionales de los ciudadanos, lo que acarrea procesos de despoblamiento en determinados barrios. En algunos de ellos, los vecinos expresan que los residuos tóxicos que emanan desde algunas de las fábricas instaladas en el parque industrial afectan a sus plantas y huertas, cuyas hojas y tallos se vuelven quebradizos tras posarse en ellas “un polvo blanco”, provocando pérdidas en el rendimiento hortícola. El fenómeno al que se hace referencia es, en realidad, el conocido como lluvia ácida, que, además, crea grandes problemas respiratorios los días en que el viento sopla en dirección sudeste-noroeste.

Esta problemática la viven muchas ciudades industriales, y ante esto opino, que debe ser una alternativa, por un lado un plan de urbanización en donde no se permita la instalación de viviendas en zonas peligrosas para la salud, siendo que por lo general se establecen de forma precaria las personas de bajos recursos y sufren mas, y tiene como consecuencia una mayor demanda en recursos para la salud, cuando se podría usar en prevención. Por otro lado, debe ser una obligación de las empresas trabajar en la limpieza del medioambiente, invirtiendo en investigación y desarrollo en tecnologías amigables con el mismo, reforzado con la mayor inversión por parte del Estado en ciencia y tecnología. Esto es teniendo en cuenta que sin industria no hay desarrollo, pero con una industria contaminante el desarrollo no puede ser sostenible. Por medio del turismo también se puede promover actitudes más responsables por parte de los ciudadanos con el mediombiente, de lo contrarío aporta a la degradación del mismo.

Finalizando, entre las conclusiones del trabajo, me parece importante destacar algunas cuestiones. En primer lugar la importancia de la presencia del Estado:
(…) cuando se privatizó ahz y la empresa adjudicataria sólo cumplió parcialmente su contrato y gran parte de la población quedó desempleada, fue el propio Estado (en primera instancia, a través del municipio) el que tuvo que dar respuesta a la situación (en este caso, mediante capacitación, crédito y/o asesoramiento a microempresarios). O sea
que el intento de los años 90 de reducir el Estado tergiversando sus funciones termina generando una serie de problemas más graves que debe resolver, finalmente, el propio Estado.
Estos cambios pasaron en el “mundo palpaleño” dejando su estela de desempleo, de violencia doméstica y de abandono de los padres de sus obligaciones familiares, y derivando en cuadros depresivos (con alto índices de suicidios) y de alcoholismo. Tal vez la explicación a esto se encuentre en que el pasado, ligado a los ahz, ha dejado profundas huellas visibles en valores, aspiraciones y expectativas ocupacionales vinculados a un trabajo en relación de dependencia, la búsqueda de un salario fijo, poca iniciativa emprendedora y dificultades para asumir riesgos.

Los últimos años de Palpalá reflejan las consecuencias de las políticas neoliberales de la década de 1990, con sus efectos sobre el empleo y las condiciones de vida de la población en toda la Argentina. Las respuestas ocupacionales de los palpaleños revelan un intento de buscar soluciones hacia adentro de su municipio. Y, en este aspecto, no puede soslayarse la existencia de la feria. La falta de oportunidades laborales en lo deseable hace que se busquen en lo posible, que en este caso parece ser la ocupación por cuenta propia en puestos de ferias.

En segundo lugar, el proceso histórico de Palpala en particular impacto en las diferentes identidades y la estructura social de hoy:
Por un lado, quienes nacieron y crecieron durante el auge de ahz se identifican como “palpaleños y de la fábrica”, muchas veces por sobre cualquier otra categoría identitaria, aún hoy, que “la fábrica”, tal como era, ya no existe. Entonces, localmente, según el hecho de que las personas hayan pertenecido o no al plantel de ahz y según el puesto de trabajo que ocuparan en la fábrica, se establecen algunas jerarquías y el estatus de las familias será más o menos elevado de acuerdo con los mencionados criterios (Heras Monner Sans, 2002). Por otro lado, y entrecruzadas con estas categorías, se encuentran
otras como las identidades forjadas por las familias que no pertenecen a este pasado histórico signado por la imagen de empleo pleno y que han arribado recientemente a Palpalá, o a las de las familias que −habiendo vivido esos tiempos de auge del empleo− no trabajaban directamente para la fábrica. La coexistencia de esta diversidad identitaria plantea situaciones tensas que se expresan en formas discriminatorias hacia personas percibidas como de “menor valor” (Ferruelo Magán et al., 1998).

En tercero y último lugar, se describe y resalta la importancia que tienen las ferias, en la población:

La feria es un lugar de encuentro, un lugar de “rebusque”, de aprovisionamiento a precios accesibles (de ropa usada o de ropa de marca “trucha” o “gemela”). Allí se congregan diversos sectores sociales con diferentes propósitos: ganar el sustento cotidiano, multiplicar la acumulación (comerciantes con varios puestos en la misma feria o puestos en varias ferias de la provincia), conseguir “gangas” o falsas marcas de prestigio (las clases medias que acuden a la feria a comprar ropa) y, sobre todo, estirar el menguado presupuesto en el caso de los sectores populares. Repensar el sentido, el significado, la importancia y el valor de las ferias urbanas de venta y/o reventa de productos industrializados y comparar con lo que ocurre en otros lugares del país parece ser, entonces, una tarea a seguir.

Ante esta propuesta de investigación, hay algunos trabajos accesibles en internet, que trata sobre las ferias: “Consumo Artesanal, ferias urbanas y prácticas de intercambio”, de Monica B. Rotman, sobre ferias artesanales en la ciudad de Buenos Aires; “Las ferias comerciales: también un espacio de trabajo y socialización. Aportes para su estudio”, de Mariana Busso, que tiene como objetivo Aportar una perspectiva analítica para el estudio del trabajo en espacios públicos, y en particular en ferias comerciales.

Las ferias resultan de importancia para la actividad turística, por sería interesante ver la potencialidad de la misma específicamente en el municipio de Palpalá, para analizar si es relevante aprovecharlo para el mercado turístico que se está buscando atraer. Se puede tomar como base para proyectos más concretos, las “Directrices de gestión turística para ferias de Artesanías” del Ministerio de Turismo de la Nación. 




BIBLIOGRAFÍA
Velazco, Alejandra Belén.  “El municipio y las cooperativas de turismo como agente de cambio para el desarrollo turístico local”. Tesis de grado, Universidad Nacional de Lanús (2014)
Lic. Daniel F. Arroyo”“Políticas sociales municipales y modelos de planificación en la Argentina”,
Pipinas Viva, Cooperativa de Trabajo Ltda. Fundación de Pipinas. http://www.pipinas.com/fundacion-de-pipinas-2/










[1] Pipinas Viva, Cooperativa de Trabajo Ltda. Fundación de Pipinas. http://www.pipinas.com/fundacion-de-pipinas-2/
[2] el Servicio de orientación Laboral para mujeres (solam) fue impulsado en 1995 por el Programa de Igualdad de oportunidades para la mujer en el empleo desde el Consejo nacional de la mujer. el municipio de Palpalá lo aplicó desde el Instituto de Desarrollo municipal. Las fichas y demás información se perdieron en un incendio en varias oficinas del municipio en enero de 2001.
[3] Artículo 123: Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el artículo 5 asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero.
[4] Velazco, Alejandra Belén.  “El municipio y las cooperativas de turismo como agente de cambio para el desarrollo turístico local”. Tesis de grado, Universidad Nacional de Lanús (2014)
[5] Un hotel con vista panorámica desde el cerro, unos blocks de 16 departamentos, un edificio de gran
espacio, “el edificio de los solteros” que albergaba 150 personas, otras casas, una iglesia, un edificio que fue
escuela primaria, el cine, un supermercado, y la pileta de natación acompañada de diversas instalaciones
deportivas.