Somos bombardeados/as por publicidades que nos convirtieron a la mayoría en consumistas compulsivos/as, sin saber ni comprender de dónde proviene lo que consumimos, cómo se hace y dónde termina. Sin embargo, somos cada vez más quienes nos interesamos por los procedimientos y cómo afectan a largo plazo nuestro vivir y las injusticias que hay en ese entramado productivo. Para modificar la realidad actual debemos pensar diferente y buscar diversas alternativas.
Desde el patrimonio biocultural, hablamos de alternativas de producción alimentaria, prácticas que se quisieron enterrar desde la época de la colonización pero muchas familias siguieron utilizando, por tradición, convicción, por supervivencia. Visibilizar y activar este patrimonio promueve la inclusión social y económica del sector campesino en una perspectiva de agricultura sostenible e inclusiva.
La importancia de su defensa:
- Otorga diversidad de variedades de cultivos, ganado y estrategias de producción resilientes para la adaptación al cambio climático.
- Implican Saberes y sistemas de valores que promueven la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica.
- Conceptos de bienestar alternativos que integran los ecosistemas y la economía, promueven el desarrollo inclusivo y bajo en carbono, y fortalecen la cohesión social.
- Prácticas agrícolas sostenibles y alimentos nutritivos.
- Productos y servicios únicos como gastronomía, artesanías, medicinas naturales, y paisajes preciosos.
En este último punto es donde puede entrar el turismo, mediante proyectos de base comunitaria para una construcción de abajo hacia arriba y concientizando a turistas hacia valores de responsabilidad ciudadana #turistaresponsable. Uno de los desafíos para su implementación y potenciación es el agronegocio y lo arraigado que se encuentra el monocultivo en nuestro país el cual obstaculiza la biodiversidad necesaria. Sin embargo esta debe ser también de las razones principales por las cuales hay que esforzarse en su fomento.
En México, Colombia, Perú, el tema se encuentra más desarrollado desde distintos aspectos, pero no así en el caso de Argentina. Se puede ver bajo experiencias de turismo rural comunitario, pero me parece importante en el caso de experiencias con pueblos originarios nombrar y resaltar el patrimonio biocultural. ¿que opinan? ¿les interesa el tema?
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